La ansiedad es una emoción, que se acompaña de muchos síntomas corporales tales como tensión muscular, sudoración, temblor o angustia.
Cuando se sobrepasa una intensidad que la hace intolerable o cuando dificulta la capacidad de adaptación de la persona, la ansiedad puede afectar a la vida cotidiana y convertirse en un problema.
El trabajo grupal es un espacio de seguridad, confianza e intimidad donde podemos mostrarnos como somos, porque el grupo nos sirve para identificarnos y como reflejo de nuestros propias inseguridades y miedos, a la vez que de nuestras potencialidades.
A través de este espacio trabajaremos la ansiedad desde el cuerpo, desde nuestra vivencia y lo que significa para nosotros/as. Usando técnicas gestálticas aprenderemos a tomar conciencia corporal, a vivir el aquí y el ahora.
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Terapia grupal para trabajar la sexualidad
Nuestro cuerpo es el lugar que habitamos, que ocupamos en el mundo. Es un cuerpo físico, sexuado, sensitivo, mental, emocional, espiritual y social.
La sexualidad es un conjunto de pensamientos, vivencias, fantasías y conductas con las que nos relacionamos emocional y corporalmente con nosotros y con los demás.
Hay veces que debido a mitos, creencias erróneas interiorizadas o bloqueos no podemos generar vínculo de manera afectiva o erótica de una forma satisfactoria.
El objetivo es trabajar en qué consiste ser mujer u hombre, nuestra realidad e idealidad, nuestras formas de amar, de querernos, de estar, de relacionarnos, de abandonarnos, desde la experiencia grupal y desde la sabiduría individual.
La metodología estará centrada en la relación con los demás, en la toma de conciencia corporal y el autoconocimiento, a través de la música, fantasías dirigidas o dibujos proyectivos para aprender cómo generamos y mantenemos nuestros vínculos afectivos.
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Autodefensa para Mujeres
La Autodefensa para Mujeres es un conjunto de técnicas físicas y psicológicas que puedes utilizar para defenderte en situaciones que van desde comentarios indeseables o acosadores hasta el abuso físico o la violación. El desarrollar tu capacidad para defenderte implica la comprensión de los tipos de violencia, así como la identificación de las barreras sociales y psicológicas aprendidas.
Desarrollar habilidades de autodefensa, significa además apropiarse de recursos de defensa física y psicológica, y fortalecer la capacidad interna de poder usar dichos recursos. Esto implica un importante apoyo en el fortalecimiento de la asertividad cotidiana y en el establecimiento de límites. Así mismo, te ayuda a prepararte para eventuales ataque físicos.
El desarrollar estas capacidades también te brinda la oportunidad de explorar desde una posición activa un amplio espectro de emociones que surgen cuando empezamos a comprender el nivel de violencia que enfrentamos cotidianamente. Por todo esto, es un excelente vehículo para explorar la ira, angustia y el miedo, y para experimentar la alegría que se genera de encontrar nuestra propia voz y nuestra propia fortaleza interna.
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